Todo empezó el domingo

A finales de los años cincuenta la escritora Elena Poniatowska y el artista Alberto Beltrán trabajan juntos en un proyecto decididamente costumbrista: una crónica semanal en el suplemento dominical del diario novedades. Es en ese momento el costumbrismo vive todavía momentos de gran prestigio, y a los viejos hábitos de diversión y ritos de la capital se les cubre con añoranza y respeto. Las crónicas de Elena Poniatowska son apuntes incisivos, divertidos, plenos de gracia formal, que transmiten la alegría y la curiosidad de los paseantes que siempre localizan lo distinto en lo tantas veces contemplado.