Jardín de Francia

Las crónicas y entrevistas que adornan este Jardín de Francia son una pequeña muestra de la gran influencia que ha tenido aquel país no sólo en la obra de Elena Poniatowska en particular, sino en la vida de México y en el devenir de Occidente en general. Son textos escritos a partir de 1953; crónicas que recorren las costumbres parisinas, sus cafés y sus teatros, que dan cuenta del vasto panorama de la literatura, la ciencia y la música, entre otros muchos temas.

Durante sus estancias en París, Poniatowska recorre sus calles y escucha las conversaciones de sus habitantes, al tiempo que reseña con humor y conocimiento cada detalle de los días cotidianos de la Ciudad Luz. Por los corredores de este jardín pueden verse la ironía desencantada de Eugène Ionesco, los enormes baños de las casas de París, monjas en bicicleta, el fenómeno de la novela Buenos días, tristeza, la lucidez militante de André Malraux, el mundo cinematográfico de Georges Sadoul, las niñas escritoras de los años cincuenta, el existencialismo y hasta los célebres cafés donde se crearon las grandes teorías filosóficas. Son textos, en fin, que hablan de la amistad intelectual y artística de Francia y México en los últimos cincuenta años, vistos a través de la certera prosa de Elena Poniatowska.